lunes, 6 de diciembre de 2010

Hay que abandonar la esperanza

Carne de Cañon.  Foto de Spencer Tunick
Si.
Tenemos que abandonar la esperanza.
Abandonar ese paquete en la primera esquina y seguir caminando.
En la palabra esperanza esta el verbo esperar.
Y el que espera, desplaza hacia el exterior la acción.

La bondad de la esperanza nos ha sido inculcada por siglos de  religiones.
Confundiendo esperanza con paciencia.

Abandonemos la esperanza y tengamos proyectos.
Dejemos de delegar en los demás y pasemos a la acción.
El que tiene proyectos no espera, crea, inventa.
Después tiene paciencia.

El que crea no espera nada.
Hace.
Persigue su idea
Construye a partir de su integridad su proyecto personal.
No delega en otros las bondades que cree merecerse.
Tiene las ideas claras
Y va a por ello.

Para qué la esperanza?
Para volvernos sumisos y consintientes.

2 comentarios:

  1. Una acepcion de la esperanza es el estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos. eso me pone. tengo muchos deseos, soy muy caprichoso. no somos dueños de nuestros deseos ni de nuestros sueños.
    los deseos son creacion, los sueños tambien.
    porque hay que abandonar un estado de animo que te excita? que hay de sumiso en esto?
    que hay de inconsistente?
    Tambien hay otra acepcion de esperanza:
    Valor medio de una variable aleatoria o de una distribución de probabilidad.
    Pero no se para que sirve, creo que esta si se puede abandonar de momento.

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  2. Es un poco como la Lotería. En tiempos de crisis jugamos más a La Primitiva. ¿Sabéis como de Aleatorio es que te toque una primitiva? ¿Os habéis dado cuenta de que cuanto más moderna es "una lotería" más imposible es que te toque?
    Hay que acertar 6 números entre 48, creo. Vale, pues entonces la probabilidad de que tu combinación salga ganadora es: Una entre
    48 x 47 x 46 x 45 x 44 x 43 = 8.835.488.640 combinaciones. (En el Reino de Berluska creo que la equivalente a la primitiva parte de 90 números, luego sería 90x89x87x86x85x84)
    Así no es de extrañar que la gran mayoría de los sorteos queden en bote que a su vez generan más esperanza de que salga tu combinación ganadora.
    Seguro que sabéis también que en cada uno de los sorteos lo que se reparte en premios es el 40%, el 60% restante se ingresa directamente en las Arcas del Estado.

    Muchas veces decimos alguna expresión parecida a: "A ver si me toca la lotería".
    Es una esperanza muy, muy lejana. Es mejor la acción.

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